
Píldoras de la crítica. Ulises y Eneas, el héroe y el cura. Ezra Pound
(Apenas un breve extracto para pensar, sin hacer crítica de la crítica, ni hacerse parte de entreveros, ni tener que recorrer estos caminos)
“No se puede poner a Ulises al lado del Eneas de Virgilio. Ulises es de manera enfática ‘el sabio, el sufrido y curtido Ulises. La mayor parte de sus compañeros padecen lo que en Grecia debía de ser el equivalente de la neurosis de guerra causada por las explosiones de metralla.
Y el lenguaje coloquial es tan vivo como cuando uno de los personajes de Edgar Wallace dice: ‘acabamos de perder a un cliente’.
W. B. Yeats es ahora un poeta suficientemente venerado para que se le pueda citar en un manual. El abismo que existe entre Homero y Virgilio puede ilustrarse, aunque sea de manera un tanto profana, mediante una de las anécdotas preferidas de Yeats.
A un marinero raso se le metió en la cabeza la idea de aprender latín, y su profesor trató de empezar por Virgilio. Al cabo de unas cuantas lecciones le preguntó algo acerca del héroe.
— ¿Qué héroe? — dijo el marinero.
— ¿Pues qué héroe va a ser? — dijo el profesor—-. Eneas, el héroe.
— ¡Ah, caramba! ¿Ese es un héroe? Pues yo pensé que era un cura.
Hay una cualidad que aglutina a todos los escritores realmente grandes y duraderos: no son NECESARIAS las facultades universitarias, los estudiosos y los eruditos, para mantenerlos vivos. Aunque no se incluyan en los programas de enseñanza, aunque se les deje en el polvo de los anaqueles, de vez en cuando aparecerá un lector al azar, un lector ajeno a subsidios y sobornos, que los desentierre del anaquel y los saque de nuevo a la luz sin pedir favores a nadie.
Virgilio era la literatura oficial de la Edad Media, aunque ‘todo el mundo’ siguió leyendo a Ovidio. Dante extiende todo su agradecimiento a Virgilio (supo apreciar lo mejor que tiene), pero el efecto directo e indirecto de Ovidio sobre lo que de hecho escribió Dante posiblemente sea mayor que el de Virgilio … El amante de Virgilio que desee ponerme un pleito por difamación obrará mejor si comienza su ataque desgajando la parte de la Eneida por la que Virgilio tenía un interés directo (casi podría decirse que es el elemento folclórico) de las partes que escribió sobre todo porque trataba de escribir un poema épico”.
(El ABC de la lectura. Ezra Pound)