
La literatura es universal y particular.
Bellamente lo dice Irene Vallejo: «La Biblioteca hizo realidad la mejor parte del sueño de Alejandro: su universalidad, su afán de conocimiento, su inusual deseo de fusión. En los anaqueles de Alejandría fueron abolidas las fronteras, y allí convivieron, por fin con calma, las palabras de los griegos, los judíos, los egipcios, los iranios y los indios. Esa territorialidad mental fue tal vez el único espacio hospitalario para todos ellos … poseer libros es un ejercicio de equilibrio sobre la cuerda floja. Un esfuerzo por unir los pedazos dispersos del universo hasta formar un conjunto dotado de sentido. Una arquitectura armoniosa frente al caos. Una escultura de arena. La guarida donde protegemos todo aquello que tememos olvidar. La memoria del mundo. Un dique contra el tsunami del tiempo».
Reunamos aquí algo de todo esto.
ALEMANIA
Hoffmann, Ernst Theodor Amadeus
ANTIGUA Y BARBUDA
ANGOLA
ARGENTINA
Arnés Laura, Domínguez Nora, Punte María José
González María Inés, Grosso Marcela
AUSTRIA
BRASIL
BULGARIA
CANADA
CHECOSLOVAQUIA
CHILE
CHINA
COLOMBIA
CUBA
EL SALVADOR
ESCOCIA
ESPAÑA
ESTADOS UNIDOS
FRANCIA
Amantine Aurore Lucile Dupin de Dudevant (George Sand)
GRECIA
HUNGRÍA
HOLANDA
INGLATERRA
IRLANDA
ISRAEL
ITALIA
JAPON
MEXICO
NICARAGUA
NIGERIA
NORUEGA
NUEVA ZELANDA
PARAGUAY
PERU
POLONIA
PORTUGAL
RUSIA
SUDAFRICA
UCRANIA
URUGUAY
VENEZUELA