
Aline Gauguin, la madre, no la hija de Paul Gauguin. El Retrato de Aline Gauguin, años después de haberlo pintado, ya viviendo su segunda estancia en Tahití, Paul, “lo recordabas con lujo de detalles: un fondo amarillo algo verdoso, como el de los íconos rusos, color que resaltaba los hermosos y largos cabellos negros de Aline Gauguin. Le caían hasta los hombros en una curva graciosa y se los sujetaba en la nuca con una cinta violeta, dispuesta en forma de flor japonesa. Unos verdaderos cabellos de andaluza, Paul. Trabajaste mucho para que sus ojos aparecieran como los recordabas: grandes, negros, curiosos, un poco tímidos y bastante tristes. Su piel muy blanca se animaba en las mejillas con el sonrojo que asomaba en ellas cuando alguien le dirigía la palabra, o entraba en un cuarto donde había gente que no conocía. La timidez y la discreta entereza eran los rasgos saltantes de su personalidad, esa capacidad para sufrir en silencio sin protestar, ese estoicismo que indignaba tanto -ella misma te lo contaba- a la abuela Flora, Madame-la- Colere.
Estabas segurísimo de que tu Retrato de Aline Gauguin mostraba todo aquello y sacaba a la superficie la tragedia prolongada que fue la vida de tu madre”.
Lo pintó aunque aun sentía rencor por ella. Lo pintó diciéndose: ‘Te perdono ahora, mamá’. ‘Perdóname tu también, si puedes’.
Rememora Paul su cuadro, perdido quién sabe dónde. “La mirada de tu madre en el cuadro, recordabas, despedía, desde su timidez congénita, un fuego quieto, oscuro, con visajes azulados, que traspasaba al espectador e iba a perderse en un punto indeterminado del vacío. ‘¿Qué miras en mi cuadro, madre?’ ‘Mi vida, mi pobre y miserable vida, hijo mío. Y la tuya también, Paul. Yo hubiera querido que, a diferencia de lo que le ocurrió a tu abuelita, a mí, a tu pobre padre que murió en medio del mar y enterramos en ese fin del mundo, tú tuvieras otra vida. De persona normal, tranquila, segura, sin hambre, sin miedo, sin fugas, sin violencia. No pudo ser. Te legué la mala suerte, Paul. Perdóname, hijo mío’.”