A Leonor Acevedo de Borges [Confesiones], de Borges

A partir de

A Leonor Acevedo de Borges [Confesiones], de Borges

Sí, es el mismo propósito de todas las Confesiones, hablarse a uno, hablar a todos. Esa percepción de que somos una partícula del universo, de todas las personas, las vivas, las muertas, las por venir.

***

“Quiero dejar escrita una confesión, que a un tiempo será íntima y general, ya que las cosas que le ocurren a un hombre les ocurren a todos”.

***

Sí, remontarse hasta nuestros orígenes, buscarse queriendo encontrarse en algún momento que nos explique enteramente.

***

“Estoy hablando de algo ya remoto y perdido, los días de mi santo, los más antiguos. Yo recibía los regalos y yo pensaba que no era más que un chico y que no había hecho nada, absolutamente nada, para merecerlos. Por supuesto, nunca lo dije; la niñez es tímida”.

***

Pero hay una diferencia con todas aquellas Confesiones que hemos visto.

No hay lucha.

Hay un agradecimiento.

***

“Desde entonces me has dado tantas cosas y son tantos los años y los recuerdos, Padre. Norah, los abuelos, tu memoria y en ella la memoria de los mayores, los patios, los esclavos, el aguatero, la carga de los húsares del Perú y el oprobio de Rosas, tu prisión valerosa, cuando tantos hombres callábamos, las mañanas del Paso del Molino, de Ginebra y de Austin, las compartidas claridades y sombras, tu fresca ancianidad, tu amor a Dickens y a Eça de Queiroz, Madre, vos misma”.

***

Y hay, también, una pretensión no siempre dicha. Seguir hablando, no sobre lo vivido solamente, sino con quienes hemos vivido.  

***

“Aquí estamos hablando los dos, et tout le reste est littérature, como escribió, con excelente literatura, Verlaine”.

— *** —

Si en San Agustín la confesión es un acto de lucha a la vez íntimo y público en querella por sus ideas; un camino de conocerse a sí mismo, un esfuerzo de darle unidad al desgarro; si en Jean Jacques Rousseau será también de lucha contra sus rivales, pero por su reputación antepuesta incluso a sus ideas y, al contrario, exposición del fracaso de superar en unidad el desgarro que le atormenta; si en Marina Tsvietaieva será el tormento de un Destino, la lucha personal contra su Destino, que se le impondrá aplastándola como un peñasco caído sobre su vida.; en Borges será un desplazamiento, sin lucha sino asumiendo para sí, con agradecimiento y voluntad de continuarlo a través del tiempo, toda su historia y la de su país.

Deja un comentario