
“Por un pecado similar, Aracné había sido castigada, pero Marsias era un sátiro silvestre que vivía al margen de todo, y no tuvo mejor idea que desafiar a Apolo en un concurso de música. El Desollamiento de Marsias es extremo, expresionista, una masa incoherente en una gama de colores apagada y luces borrosas. Marsias cuelga patas para arriba, se ven sus venas en red, la transparencia borravina de las vísceras y tendones al descubierto. La habilidad de Tiziano en esta última época para transmitir estrés psicológico y físico es única: el tirón de Marsias duele. Tiziano puede hacer eso, hacerte sentir que la tela y tu piel son la misma membrana celular. ‘¿Por qué me arrancas de mí?’, exclama el sátiro mientras lo desuellan. ‘Por tu arrogancia desmedida’, le contestan los dioses”.