Y se fue, también. Se van yendo aquellos «intelectuales públicos», característicos del siglo XX. Que nos ayudan a pensar.

De lo mucho que escribió y habló, recordemos esto sobre Borges, sostenido a contrapelo, al menos durante cierto tiempo: que Borges «hizo acaso lo único que un hombre puede hacer con una tradición: la modificó».

Recordemos también aquella Punto de Vista, aquellas revistas que, repitámoslo, porque no se trata de estar de acuerdo o no con todo o con algo de lo que nos dicen los intelectuales públicos: nos ayudan a pensar.