La desconocida, de Rosa Montero y Oliviero Truc

A partir de

La desconocida, de Rosa Montero y Oliviero Truc

Qué extraños seres somos. Estamos hechos de la materia de los recuerdos y el olvido, decía Borges.

***

Encontraron a quien llamaron María, bella, treinta y cinco años probablemente, amordazada en un container del puerto de Barcelona. No recuerda nada. Tiene “rastros de escopolamina en sangre. La droga de la sumisión química”. Toma el caso la inspectora Anna Ripoll, del grupo de delitos contra las personas y se ocupa de la trata. Pero que se trate de esto, es sólo una hipótesis. También está a cargo, en Francia, origen del container, el inspector Laurent Fachelle, pero el jefe le endosará al acusado de corrupción Zapori, porque habla español y para que no lo agarren los de Asuntos Internos, que manchará a todo el departamento.

***

“Cada vez que cierra los ojos retumba aún más en su cráneo el vacío de lo que no recuerda”; “es muy difícil vivir sin poder ser”.

***

Qué extraños seres somos. No recuerda nada, pero sí recuerda su cuerpo. ¿Y la materia de los recuerdos, de qué está hecha?

***

Un hombre con barbijo se le acerca, sabe sin saber que llegó para matarla; su cuerpo, con su “muda sabiduría” se contrae y se expande, lo ataca; lo mata. El hombre tenía en su auto fotos de ella, la identifican: Alicia Garone, con domicilio en 19, rue du Chariot. “¿Qué conocimientos guardan las células de su cuerpo que ella aún ignora?”. La policía de Lyon investiga y todo alrededor de María o Alicia es sospechoso; algo sabe, ¿pero qué es lo que sabe? Todo se retuerce. Descubren que ni es María, ni Alicia, sino Clara Huamán. Ni que hay dónde esconderla para protegerla y poder investigar algo de una historia de horror, llegarán a conocer unas de las sucursales del infierno.

***

A veces conviene olvidar.

***

El horror de la trata aparece en su memoria. Un impulso confuso de venganza la mueve. Después, llegan los otros recuerdos. La explicación de todo ese infierno. En su cuerpo está grabada la clave para atrapar a esa banda de demonios.

***

Olvidar, deshacer lo que somos. Recordar, rehacer lo que somos.

(Alfaguara. Traducción del francés Juan Carlos Durán Romero)

Deja un comentario