
Píldoras de la Crítica. La letra y la vida, Isak Dinesen. Javier Marías
(Apenas un breve extracto para pensar, sin hacer crítica de la crítica, ni hacerse parte de entreveros, ni tener que recorrer estos caminos)
Hannah Arendt nos trae esta Isak Dinesen que nos dice que «todas las penas pueden soportarse si las ponemos en una historia o contamos una historia sobre ellas».
Esta, parienta, por así decir de la de Arendt, nos trae Julián Marías: “Por causa de la sífilis hubo de renunciar a su vida sexual desde muy temprano, y al ver que para aquello no había posible ayuda de Dios, y considerando lo terrible que resultaba para una mujer joven verse privada del «derecho al amor», Isak Dinesen le prometió el alma al Diablo, y éste le prometió a cambio que cuanto ella experimentara a partir de entonces se convertiría en una historia. Eso fue al menos lo que le contó a un no-amante al que doblaba en edad y triplicaba en inteligencia, el poeta danés Thorkild Björnvig, con quien hizo un extraño pacto cuando ella tenía ya sesenta y cuatro años y a quien dominó y sometió de manera absoluta durante cuatro. A este no-amante le gustaba asustarlo con sus cambios bruscos, con sus calculados actos sorprendentes, con sus hechizos y sus opiniones desconcertantes pero siempre convincentes”.
Aquí, la pena que la acompaña; allí, el remedio que muchas veces leemos sólo como epigrama separando la letra de la vida -que siempre van de la mano.