
Diálogos. El compromiso en literatura y arte. Bertolt Brecht
(No son novelas ni cuentos los textos que aquí acogemos. Pero escritos por un novelista, no es solo crítica o análisis. Es un diálogo entre escritores. Y creación de un espacio literario. Por eso también los acogemos).
Esa coincidente respuesta a través del tiempo y de las diferentes posiciones de las y los escritores. “Así como la política es una acción contra la imperfección del planeta, puesto que siempre se hará política sólo porque nada es satisfactorio sobre la Tierra, así también la literatura es una acción contra la imperfección del hombre. Los literatos son quienes eclipsan la nada, la literatura sola puebla la Tierra”.
Consejos para un escritor si así pudiéramos decirlo. “En lo que tiene que encontrar gusto es en escribir … El deseo de quitarse peso de encima … ha contribuido más a que se dieran períodos de florecimiento que el deseo de ser original”.
Algo así como sobre la función de la literatura hablará aquí de su conocido didacticismo y fines pedagógicos que debe cumplir. Sobre la importancia de escribir la verdad.
El ejemplo de Rodin. “Al componer mis versos, tengo presente el ejemplo de Rodin, que quería hacer colocar sus ‘Ciudadanos de Calais’ en la plaza del mercado, sobre un zócalo bien bajo para que los ciudadano vivos no hubieran resultado más pequeños. Los ciudadanos míticos habrían estado mezclados en medio de ellos, pero por debajo de ellos, renunciando a su centro”.
Tener una visión. “… sobre Marées. Es como los literatos. Un trabajador esmerado, cabal, talentoso, limpio. Pero sus cuadros carecen de metafísica … Nada creado se esconde detrás como absoluto … Es una invención, no su visión. Respeto a los ingenieros, pero no me gustan”.
En la lucha de generaciones, que libra a la vez que minimiza, de Brecht vs. Thomas Mann, puede decir que hay que tratar a “los buenos viejos clásicos como coches viejos, que son tasados puramente como chatarra”.
Hablará de “el bueno de Goethe”, de la ridiculez de separar vida de literatura comprensible en el “muchacho de 17 años” Rimbaud, del esnobismo de Flaubert del cinismo de Baudelaire.
Para la crítica: “Los fenómenos literarios debe ser considerados como acontecimientos, y acontecimientos sociales … analizar las obras en particular e indagar qué ideas socialmente importantes defienden o rebaten y qué complejos temáticos, viejos o nuevos presentan al lector … examinar también qué novedades formales introducen en el tratamiento del material. Tales innovaciones hay que explicarla como prácticas técnicas, no sólo como formas de expresión de ingenios”.
Y el largo debate formalismo-realismo, con Lukacs.
- Contra Lukacs, por ejemplo: “Adoptando sin un examen a fondo las formas de Balzac o Tolstoi, cansaríamos a nuestros lectores … El realismo no es una pura cuestión de forma. Copiando el estilo de estos realistas, no seríamos más realistas. Porque los tiempos corren … Los métodos se gastan, los encantos se desvanecen. La realidad se modifica; para representarla debe cambiar el modo de descripción”.
- Rechaza el “pensar que lo que se quería dar a entender es que un libro ha sido escrito de forma realista cuando ‘está escrito como las novelas realistas burguesas del siglo pasado’ … Un escrito realista solo puede distinguirse de uno no realista confrontándolo con la realidad misma de la que trata”.
- Entonces, “no es el concepto de estrechez sino el de amplitud el que sienta bien al realismo. La realidad misma es amplia, variada, está llena de contradicciones”. Por eso, son realistas el poeta que utiliza símbolos en ‘La mascarada de la anarquía’, P.B. Shelley, Cervantes haciendo a don Quijote luchar contra molinos de viento, J. Swift fundando un estado nuevo en una isla. Y están claro, Balzac, Tolstoi, Dickens. Y está el nuevo realismo de John Dos Passos: “vemos de cuántas maneras distintas se puede describir la realidad”. El realismo no excluye la fantasía: “es lícito conceder al escritor todos los medios que necesite para domeñar la realidad”. Es decir no ay que prescribir modelos, a lo Lukacs.
- De la importancia, igualmente para el realismo, de la forma: “el artista no puede domeñar la realidad si falla formalmente”.
La técnica le preocupa en este largo y áspero debate. Hablará de las de más alta perfección: “el “monólogo interior (Joyce), cambio de estilo (Joyce), disociación de elementos (Döblin, Dos Passos), estilo asociativo (Joyce, Döblin), montaje de actualidades (Dos Passos), distanciamiento (Kafka)”. Y hablará por ejemplo de “las buenas descripciones de caracteres son aquellas que lo que dan lo dan como partes del todo, de suerte que de las partes se puede inferir otras partes”.
La insatisfacción sí, es un motor para todo escritor. Pero también, “tener una visión”.
(Ediciones Península. Traducción de J. Fontcuberta)