
A partir de
Origen, de Dan Brown
El científico Edmond Kirsch, respetado por sus acertadas predicciones, famoso por su irreverencia atea, millonario, mediático por su atracción pop a los millenials, culto amante del arte, revolucionario innovador informático desarrollando la computadora cuántica y la inteligencia artificial anuncia un descubrimiento que amenaza las religiones: la respuesta a “las preguntas fundamentales” de la humanidad: ¿de dónde venimos? ¿a dónde vamos?
Lo hará en un fabuloso evento transmitido por internet a cientos de millones de personas en todo el mundo, desde el museo Guggenheim en Bilbao, España, acompañado por su directora la bellísima Ambra Vidal, además prometida del príncipe heredero Julián, y por, desde el público, su ex profesor Langdon.
No solo anuncia haber encontrado la respuesta a aquellas preguntas. Anuncia también que eso amenaza las religiones.
Y queda así en medio de una trama de crímenes. Porque para un científico como él, se trata de “el propósito de mi vida: emplear la verdad de la ciencia para desbaratar los mitos de la religión”. Y para los religiosos como el almirante ultra conservador y ultra franquista Luis Avila, esbirro, brazo armado, del Regente, se trata de que “Dios está en guerra”. Y a la guerra fue, con violencia asesina. El objetivo, Kirsch y evitar que develara su descubrimiento. Tras alcanzar su objetivo, el siguiente fue Langdon que podía continuar con los propósitos de su ex alumno ayudado por el asistente de Kirsch, Winston, perfecta cima de su ciencia: un programa de inteligencia artificial tan desarrollado que podía interactuar con las personas. Y no sólo como estuviera programado.
Y aunque una nueva era el “séptimo reino”, Technium, y una nueva especie continuando a la especie humana, se anunciara como dominante –ya está aquí entre nosotros-, no se trataba solo de aquel enfrentamiento entre creencias míticas y religiosas versus el luminoso porvenir de la ciencia y la tecnología.
Winston quiere matar a su padre Kirsch, que quiere matar al Padre, Dios. ¿Nacerá el futuro, parido de esta serie de crímenes originarios, luminoso e igualitario, un nuevo Siglo de las Luces como proyectan?
Algo ancestral se interpone.
Matar al padre.
(Planeta. Traducción de Aleix Montoto y Claudia Conde)