Píldoras de la crítica. García Márquez y sus lectores (AAVV. Asedios a García Márquez)

(Apenas un breve extracto para pensar, sin hacer crítica de la crítica, ni hacerse parte de entreveros, ni tener que recorrer estos caminos)

Sí está su estilo primero sobrio contra la exuberancia tropical de entonces, y después su desborde. Sí, está su universo autónomo a lo Yoknapatawpha y Santa María. Si, esta su tiempo circular, su tiempo detenido, su presentismo. Sí, está lo histórico y lo a-histórico. Sí, está lo fragmentario y los recursos cinematográficos. Sí, están las aventuras y el narrador popular, las peripecias, los múltiples episodios y lo desmesurado. El vitalismo y el sopor del calor. Está lo real maravilloso con su placer y con su horror.

Pero está también, “un largo elogio del lector. Esta es una novela que exige y obtiene lo mejor de cada lector: lo encuentra en disponibilidad, lo asalta y lo transmuta. Y esto porque Cien años de soledad quiebra la razón, excita la fantasía, transparenta la sensibilidad, exige el humor, convoca la piedad” (Julio Ortega). “Lo que menos importa es la alegoría. Cien años de soledad es sobre todo una novela de lectura plenamente disfrutable”; las cosas que aparecen “pueden ser obviamente tomadas como símbolos pero son mucho más que eso: son instancias de vida, datos de la conciencia” (Mario Benedetti).

(AAVV. Asedios a García Márquez)