
Píldoras de la crítica. La literatura digital. Carolina Gainza
(Apenas un breve extracto para pensar, sin hacer crítica de la crítica, ni hacerse parte de entreveros, ni tener que recorrer estos caminos)
“La literatura digital introduce un elemento desterritorializador de los cánones relacionados con las formas de producción, distribución y recepción de la literatura tradicional. Establece nuevas y diferentes conexiones entre los actores involucrados, contando con la presencia de nuevos actores: internet, software, códigos y algoritmos. La literatura electrónica o digital es aquella producida para un formato digital, y que sólo puede ser leída en ese formato. Si es trasladada al formato impreso, pierde su singularidad al romperse sus hipervínculos, sus imágenes hacerse estáticas y desaparecer sus oralidades. En otras palabras, pierde su significación. La literatura electrónica experimenta con las nuevas tecnologías en diversas formas, incorporando el imaginario tecnológico en sus narrativas, generando nuevos formatos de lectura y escritura y estableciendo puentes entre lo impreso y lo digital. En esta experimentación va generando mundos, relaciones, conexiones …
Si bien la literatura digital se desarrolla en un contexto marcado por el desarrollo de las tecnologías digitales, la globalización y una transformación del modo de producción capitalista, esto no significa que sea un receptor pasivo de éstos cambios. El quehacer literario debe ser entendido como una práctica reflexiva, que es afectada por el contexto en el que se desarrolla y a su vez afecta los procesos sociales y culturales en que se inserta. La literatura se inserta así en un proceso de retroalimentación con el contexto socio-cultural en que se desenvuelven las prácticas creativas. De esta forma, en la literatura digital se negocian la identidad y la subjetividad, a partir de la forma en que se re-significa la tecnología, y, como consecuencia, cómo el imaginario tecnológico entra en contacto con los significados culturales y sociales. Así, las narrativas digitales adquieren la función de un nodo, un ensamblaje que permite articular diversos actores: lectores, autores, tecnologías, códigos, lenguajes, convirtiéndose en un espacio en que se desarrollan conflictos y se ensayan modelos alternativos. En la literatura digital se re-significa el conflicto que está en el centro del actual modelo capitalista: aquel relacionado con la apropiación y privatización de la producción común, lo cual puede ser analizado en las prácticas de creación y recepción contenidas en distintos tipos de cibertextos producidos en el mundo de habla hispana …
¿De qué forma lo digital afecta la producción cultural? Como hemos visto, la literatura no es ajena a los cambios que ocurren en la sociedad y, por lo tanto, a la luz de las transformaciones actuales es posible observar que las técnicas digitales han abierto múltiples espacios para la literatura experimental. Sólo algunos ejemplos: la aparición de nuevos formatos que quitan la exclusividad al libro impreso como soporte, el hipertexto digital, inclusión de imágenes, video y audio en los textos, publicación y difusión electrónica de los mismos, transformación del papel del autor y el lector, entre otros elementos que abren espacios para la creatividad y la innovación …
Es interesante observar que las producciones digitales son difundidas de forma gratuita en la red, donde generalmente no hay editoriales de por medio, lo que habla de nuevas formas de difusión y de gestión de la producción cultural. Esto genera variadas interrogantes: ¿Qué pasa con los derechos de propiedad intelectual en estas producciones si cualquiera puede tener acceso a ellas, copiarlas y plagiarlas?¿Cuáles son las motivaciones para publicar un trabajo en la red de forma gratuita y libre? ¿Qué tipo de producciones y relaciones sociales se construyen a partir de autores y lectores que se relacionan en torno a un intercambio de ideas no limitado por la imposición de derechos sobre la obra creada? Estas preguntas se dirigen a lo que planteamos con anterioridad en este capítulo: si la literatura de alguna forma refleja lo que sucede en una sociedad concreta, debemos pensar que la literatura electrónica revela de distintas formas el conflicto que se representa en nuestra sociedad en torno a la privatización de la producción cultural. Doménico Chiappe (2007) señala que con los cambios introducidos por la tecnología digital la producción literaria se ha hecho más compleja y por lo tanto los procesos creativos en la creación hipermedia requieren de un colectivo en el cual el autor es sólo un actor más. De esta forma, la literatura electrónica debe ser comprendida como una producción intrínsecamente colectiva y colaborativa, ya que necesita de la intervención de diversas disciplinas y numerosos actores, tales como diseñadores, programadores, artistas plásticos, músicos, fotógrafos, entre otros. Por otro lado, dado el acceso que tienen las personas a diferentes producciones culturales disponibles de forma gratuita en la red, el fenómeno del sampling o plagio creativo se ha convertido en un fenómeno creciente, en el cual los sujetos “reusan” textos, imágenes y videos para crear otros nuevos. La red está plagada de estos ejemplos: desde videos de Youtube donde la gente hace su propia versión del último video de su artista musical favorito, hasta las fans-fictions (fans que crean versiones de sus obras literarias favoritas).
¿Cómo interpretar estas prácticas? La producción cultural actual que experimenta con lo digital tiene un importante componente colectivo, y por lo tanto, sus resultados quedan en el terreno de lo común. Estas producciones colectivas se insertan en un proceso de “afectación”, en el cual la producción cultural y nuevas relaciones sociales se insertan en un proceso de retroalimentación que van generando a su vez nuevas líneas de creación y producción. Así, la producción cultural en Internet —espacio ícono de la era digital— es virulenta, se expande como un rizoma … así como esta producción de lo común deriva en nuevas formas de gestión, relaciones sociales y formas de autonomía, también puede ser apropiada, y lo está siendo en muchos ámbitos, por el modo de producción capitalista para su fortalecimiento. Sin embargo, aunque conscientes de la relación de las nuevas formas sociales y culturales con la ideología, esto no debe impedirnos ver las semillas de transgresión que portan las producciones culturales digitales …
… en la actualidad todo texto existe de forma digital antes de convertirse en un libro, ya que gran parte de la producción literaria tradicional se escribe y se edita en el computador. Por otra parte, la literatura impresa y la literatura digital se influencian mutuamente, y de esta forma podemos ver las marcas de la literatura tradicional en la digital y viceversa. Sin embargo, donde la naturaleza computacional de la literatura del siglo XXI es más evidente es en la literatura digital, la cual no sólo está marcada por lo digital, sino que lo digital forma parte de su estructura y, por tanto, ha sido concebida para ser leída en un formato digital. La literatura digital no se refiere sólo a poner libros en una plataforma digital ni a maneras de disponer el texto como hipertexto, lo cual implica un mero cambio de formato, sino que se refiere a novelas y poesía que han sido pensadas para ese formato específico, donde el hipertexto y otras técnicas ensayadas en la literatura impresa (como la incorporación de imágenes) adquieren dimensiones nuevas por estar integradas a una operatividad inmediata, accionada directamente por el autor/lector. Por lo tanto, una narración o un poema integralmente digital en el sentido pleno del término, pierde sus características hipertextuales y lúdicas, en fin, su sentido, al ser trasladado al formato impreso. Así como uno de los elementos distintivos de la literatura moderna es el formato impreso, donde parte del placer de la lectura consiste en dar vuelta las páginas de un libro, en la literatura digital encontramos como característica distintiva un formato que nos transporta a un mundo de percepciones diferente basado en la apertura de ventanas y bandas de audio e imágenes, a veces simultáneamente en un orden opcional o aleatorio”.
(Narrativas y poéticas digitales en América Latina. Producción literaria en el capitalismo internacional. Carolina Gainza)
Me pregunto si la respuesta a la creación digital son los NFT
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No tengo muy claro, pienso, en voz alta por asi decir, algunos anacronismos: si «macluhianamente» plenifica el medio es el mensaje dando otra forma de arte, uno propiamente digital, diferente a la obra de arte fisica; que, ahora «benjaminianamente», sin aura; pero «paulvaleryanamente» ampliando, democratizando, el acceso/consumo/disfrute a la vez que la produccion (mediante la posibilidad de monetizar para el productor y coleccionar para el consumidor, que creo que es el objetivo declarado de la web3 y los NFT). En fin, solo se que no se nada, aunque tal vez conceptos como estos sirvan para anacronicamente pensar nuevas expresiones, obras, medios que transforman las obras?, no se, por mi parte ando apenas rondando todo esto
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Jajaja si, demasiado ambiguo y nuevo, respecto a la monetirazacion de los NFT como continuación del arte como negocio creo que tienes razón.
Mac Lucham tenía razón al afirmar que el medio comienza a ser mas importante que el mensaje
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