La mesa limón, de Julián Barnes

la mesa limon, julian barnes

A partir de

La mesa limón, de Julián Barnes

Del libro de cuentos “La mesa limón” de Julián Barnes escogí El reestreno.

Una joven actriz de 25 años le escribe al viejo dramaturgo de 60 años, que quiere representar su obra en Petersburgo. Cuando asiste a verla, se sorprende que el personaje central de la obra no es, tal como él creía, Natalia Petrovna, sino Veroshka, a quien ella elige representar. Y aunque, “al igual que en su vida, en sus escritos el amor era un fracaso. El amor podía o no podía producir bondad, gratificar la vanidad y limpiar la piel, pero no conducía a la felicidad; en el amor siempre había una desigualdad de sentimiento o intención. Tal era su naturaleza”, y aunque, decíamos, , así era, Turgueniev se enamoró de Veroshka.

Era tarde. El viejo viajó a ver la representación, concertó citas con la joven, pero “después de los 40 años sólo hay una palabra que resuma el fundamento de la vida: renuncia”. Su amor, “era un amor fundado en la renuncia, cuyas emociones consistían en si-hubiera y lo-que-podría-haber-sido”. Esto enojaba a Tolstoi (tal vez porque quería y no lograba renunciar).

Una vida vieja que mueve a la compasión. “He aquí el razonamiento para el mundo de las renuncias. Nosotros sabemos más sobre consumación, ellos sabían más sobre deseo. Nosotros sabemos más de números, ellos sabían más sobre desesperación. Nosotros sabemos alardear, ellos sabían recordar (…) probemos un enunciado más sencillo: sabemos más sobre sexo, pero ellos sabían más sobre amor”.

Escaso consuelo (aunque cierto, en una de esas). Porque, ¿no está en el fracaso de Tolstoi el mundo entero, con nuestras renuncias, y nuestros fracasos a renunciar?

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s