Seda, de Alessandro Baricco

seda alessandro baricco

A partir de

Seda, de Alessandro Baricco

Es así, algo curioso, en apariencia, para los apacibles.

A quienes, “tal vez la vida, a veces, te cambia de una forma que no hay nada más que decir”.

Hervé, predestinado por su padre a la carrera militar, terminó de comerciante de huevos de gusanos de seda arrastrado por un emprendedor empresario local, y  viajando a Japón por la infección que contaminó los de origen en Francia y Africa.

Su feliz matrimonio con su amada Helene se vio sacudido por el fulminante amor por la niña amante del contrabandista japonés Hara Kei, con quien solo cruzaban miradas en cada viaje anual de unos pocos días, “dejándose enseñar una lentitud que no conocía”.

Hervé, viéndose arrastrado y buscando ese amor, terminó perdiéndolo con la guerra en Japón, la cura descubierta por Pasteur para los huevos infectados, la nueva provisión proveniente de China, la amenaza de Hara Kei al descubrir aquel secreto amor nunca consumado, y la sutil acción de Helene para alejarlo de aquella.

No le quedó entonces nada más que decir que le restaba “morir de nostalgia por algo que no vivirás jamás”, y regresar a “la vida límpida de un hombre ya carente de necesidades”.

Una vida alrededor que te arrastra, y con ello te acciona sacudiendo tu apacibilidad, contrastando esa sacudida con el “inexplicable espectáculo, leve, que había sido su vida”.

¿Cuán protagonista se puede ser en ese mundo de rutas comerciales, guerras, Pasteurs, comerciantes, amores en pugna; cuánto es necesario serlo, y no vivir nuestras vidas levemente?

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s