A partir de

Sicofantes, de Primo Levi

Del libro de cuentos “Defecto de forma” de Primo Levi, escogí Sicofante.

Se trata de un juego, abrumador, y sorprendente. Artefacto simple: Una bandeja con una cavidad, al apoyar allí la mano izquierda, aparece la imagen interior del jugador.

¿Qué te imaginas se encontrarán los jugadores?

Nada de eso. Alberto: una seta de olor agradable, luminosa. Antonio: un pequeño edificio metálico, resplandeciente, sólido y simétrico. Anna: una nubecilla de vapor de color rosa-violeta. Claudio: un filete empanado con papas fritas. Adele: tres ojos dentro de una masa áspera y árida al tacto.

Y es que, finalmente, “¿quién eres tu? ¿La que crees ser o la que te gustaría ser o la que los demás creen que eres? ¿Y quiénes son los demás? Cada uno te ve distinta. Cada uno da una versión personal de ti”. Al fin de cuentas, “interesa lo que uno hace, no lo que uno es. Uno es sus actos, pasados y presentes, y nada más”.

Porque, sencillamente, “la existencia precede a la esencia”.

¿No es así de simple? ¿Pero cuán simple es? Si al final, uno se va haciendo, queriendo y no queriendo, casi sin darse cuenta.