A partir de
Sueño de sueños, de Tabucchi
Escritura de los sueños, entre otros de, un arquitecto y aviador, un escritos y mago, un poeta y blasfemo, un pintor y hombre iracundo, un poeta y vagabundo, un pintor y hombre infeliz, un poeta y revolucionario, un intérprete de los sueños ajenos.
Como el de Goya, pintor y visionario que, con un toque de su pincel, borraba a los soldados fusileros, al monstruo que domina la humanidad, a la desilusión que domina al mundo, a la bestia de la desesperación. Pero que, contra sí mismo, nada podía hacer.
Mientras que Toulouse- Lautrec, pintor y hombre infeliz, soñó, feliz, que podía «crecer a voluntad».