A partir de
Los idus de marzo, de Thornton Wilder
Sobre la política y el poder; y ahora, en tiempos que comienza a volver la política y comienza a desgarrarse el poder
La tradición de la lectura de los truenos y los animales sacrificados le hacen a Julio Cesar patéticos los límites de su poder: “He heredado esta carga de superstición e insensatez. Gobierno a innumerables hombres pero debo reconocer que estoy gobernado por aves y truenos”.
Aún así, batalla contra la religión y las supersticiones, que “quitan a los hombres la incesante obligación de ir creando momento tras momento su propia Roma”.
Pero vacila, y ante el decreto de abolición de la religión, cavila: “Sólo hay un modo de saber lo que se sabe, y éste es arriesgar las propias convicciones en un acto, comprometerlas en una responsabilidad”, que no tomará evitando publicar el decreto. Pero es una batalla que perderá, no contra la religión, sino contra sectores de la aristocracia romana.
La prueba de toque de toda política, está afuera de ella.