A partir de
Patagonia express, de Luis Sepúlveda
De niño su abuelo le regaló un viaje que probablemente lo llevaría a ninguna parte. ¿El pasaje? Un libro: “Así se templó el acero”, de Nicolai Ostrowski. Y le pidió que le prometiera que lo haría, y que iría a Martos, su tierra.
Lo emprendió, más tarde. Militante de las Juventudes Comunistas, terminó en la cárcel de Temuco, en el centro de torturas del regimiento Tucapel. Y el exilio.
Difícil travesía por Argentina, Uruguay, Brasil, Bolivia, Ecuador, Colombia. Más tarde Europa. Y después, sacado del libro de los indeseables que no podían volver, el regreso. Y con el inglés nómade Bruce Chatwin, el viaje por el sur. Conoció la historia de Panchito, el niño que hablaba con los delfines. Conoció el XVIII campeonato de mentiras de la Patagonia. Preguntó, “¿cómo se llega a Trapananda” y le indicaron con claridad: “con paciencia, paisano”. Conoció a Carlitos Carpintero, ex ustache, y supo que “la Patagonia te enseña a conocer a la gente por su forma de mirar… Y su mirada era limpia”.
Y después, llegó. A Martos, en Andalucía, la tierra de su abuelo Gerardo, en la que aún vivía su hermano menor Angel. “-Don Angel, ¿se acuerda de su hermano Gerardo? Entonces, la mirada del anciano traspasó mi piel, recorrió cada uno de mis huesos, salió al portón, a la calle, subió y bajó lomas, visitó cada árbol, cada gota de aceite, cada ronda cantada, cada sombra de vino, cada huella borrada, cada toro sacrificado a la hora fatídica, cada puesta de sol, cada tricornio que se plantó insolente frente a la heredad, cada noticia venida de tan lejos, cada carta que dejó de llegar porque así es la vida carajo, cada silencio que se fue prolongando hasta hacer certidumbre el absoluto de la lejanía”.
(y descubrir que Chile, tierra de poetas, puede serlo de novelas que son poesías, arrancadas de la vida)
¿Cómo se sale del pozo del horror? ¿En ese viaje de novela? ¿cumpliendo la promesa?, ¿escribiendo? ¿al llegar?
¿A dónde se llega? Se quedó en España, “una tierra que le dijo: uno es de donde mejor se siente”.