A partir de
Adán en Edén, de Carlos Fuentes
Un duelo, entre Adán Gorozpe, abogado de empresas e inversionista, que alcanzó la satisfacción que buscaba y siente a su ambición como un tigre enjaulado; y Adán Góngora, violento policía que atrapa a criminales menores, incluso a ricos y empresarios, dejando libres a los narcotraficantes.
Un duelo personal, en un México en el que hay que “entender qué es lo que se queda y qué es lo que se va. Cuando un país se quiebra y sus elites desaparecen, otro país emerge y las elites se confunden”, en ese momento, en 1910 surgieron los revolucionarios y los políticos que transformaron al país, pero ahora, surgen los narcos y los criminales.
“OK. Has cumplido tus anteriores ambiciones. Ahora tienes una nueva ambición. Eres un hombre renovado. Eres Adán, el primer hombre”. Pero, ¿cuál es la ambición de estos Adanes, cómo se resuelve el duelo, qué país puede emerger de este quiebre? Las conspiraciones, que cunden, no alcanzan; la violencia que domina todo se lleva al extremo.
Pero, surge “la eterna pregunta social: ¿qué hacer?”. Y aquí, “no hay desenlace. Hay lectura. El lector es el desenlace”.