(No es novela ni cuento, a quienes aquí acogemos. Pero escrita, o como aquí, resultado de un seminario, por un novelista, no es solo crítica o análisis. Es un diálogo entre escritores. Y creación de un espacio literario. Por eso también lo acogemos).
“La literatura reemplaza a la verdad, como ocurre también en la batalla de Waterloo narrada por Víctor Hugo. Esta batalla está narrada tan maravillosamente en Los miserables que al final los lectores salen convencidos de que ésa fue la verdad histórica. Los expertos han demostrado que no fue así, pero la fuerza persuasiva de la novela es tan grande que transforma la mentira en verdad. Esto es lo que hace la literatura: transformar la realidad”.
Es esta pasión por las novelas. Es este descubrir que la batalla de Waterloo puede ser, es en parte, la de Víctor Hugo.
Por eso las analizan, a través de algunas de sus propias novelas. Su estructura, su lenguaje, sus historias, sus personajes. La voz narrativa, aclarando que “el narrador es el personaje principal de toda novela”.
Sus procedimientos: la investigación – el magma – la decisión posterior sobre la estructura y los personajes – la re-escritura hasta su versión final.
Sus especificidades: el dato escondido, la organización del tiempo, la relación entre forma e historia. “El gran trabajo creativo consiste en encontrar la forma que mejor permita aprovechar la anécdota”
Todo esto sí que importa. “Esta lectura académica permite entender mejor la influencia que los buenos libros tienen en la vida, cómo gracias a ellos se llega a conocer mejor el idioma en que uno se expresa y se aprende a hablar con más precisión, matizando mejor aquellos que se quiere decir, a fantasear y a soñar, y moverse con facilidad en los mundos imaginarios”.
Importa sin perder el goce y el profundo alcance de las novelas. “La literatura genera placer, nos hace gozar, nos demuestra las inmensas posibilidades que tiene el lenguaje, pero al mismo tiempo nos hace más escépticos frente a la realidad … nos vuelven menos ingenuos a la hora de observar la realidad, a la hora de juzgar la realidad”.
Para de nuevo apasionadamente afirmar esa conquista que son las novelas. “la literatura sí es peligrosa. La literatura nos enseña a mirar el mundo con una actitud crítica. Cuando leemos una gran novela –Moby Dick, Los miserables, La guerra y la paz, el Quijote– y luego volvemos al mundo real, algo ha cambiado dentro de nosotros que nos hace ser muy críticos con lo que vemos a nuestro alrededor”.
Es transformación y fuerza persuasiva; es resultado de un trabajo; es goce; es conocimiento y crítica; es un viaje. Que nos transforma. Una inquietud, un ir y venir, que hace la vida más feliz.