A partir de
El ruido del tiempo, de Julian Barnes
¿Qué es lo que te puede vencer? El gran compositor Shostakovich “había aprendido cosas sobre la destrucción del alma humana. Había tres maneras de destruir un alma: con lo que otros te hacían; con lo que otros te hacían hacer, y con lo que tú, voluntariamente, elegías hacer. Cualquiera de los tres métodos era suficiente, aunque si se combinaban el resultado era irresistible”. El Terror. La Sumisión. La Traición de sí mismo.
¿Cuál fue el punto de inflexión que marcó su vida? ¿La cobardía original, nacer “bajo la estrella de la cobardía”, con los padres bautizándole con el nombre que quería el cura no el que ellos habían elegido, o abandonando en el último minuto la amenaza a su madre de irse a vivir con su tío? ¿La sumisión dejando de escribir óperas para solo componer opus, sinfonías y música para películas, tras la condena de Stalin-Molotov- Mikoyán- Zhdanov a su hasta ese momento aclamada “Lady Macbeth de Mtsensk”? ¿La traición de sí mismo finalmente aceptando afiliarse al Partido, al que había dicho no poder hacerlo porque era “un Partido que asesinaba”? El Miedo. El Terror y la Sumisión. La Traición de sí mismo.
No había traicionado a otros. Cuando lo interrogaron sobre su amistad con el traidor mariscal Tujachevski en los Juicios contra los generales, no lo denunció. Pero tuvo tres conversaciones con el Poder. 1936, 1948, 1960. 1936, con el interrogador Zakrevski, sobre sus relaciones con el traidor mariscal Tujachevski. 1948, con el mismísimo Stalin, incitándolo a ser parte de la delegación soviética al Congreso Cultural y Científico por la Paz Mundial en Nueva York. 1960, con Pospelov, incitándolo a afiliarse al Partido. Y tuvo 4 Premios Stalin, 3 Ordenes de Lenin, firmó artículos y pronunció discursos que otros escribían.
Pero, tal vez, podía decirse que “el arte es el susurro de la historia que se oye por encima del ruido del tiempo”. Y si es así, “¿qué podía oponerse al ruido del tiempo? Sólo esa música que llevamos dentro –la música de nuestro ser- que algunos transforman en auténtica música. Que, a lo largo de décadas, si es lo suficientemente fuerte y auténtica y pura para acallar el ruido del tiempo, se transforma en el susurro de la historia”.
Inmersos cada día en el ruido del tiempo, aún sin “esa versión extrema del mundo real que él ha vivido”, ¿podemos ser parte del susurro de la historia, encontrar esa música que llevamos dentro?