A partir de
Cuando lo peor haya pasado, de Pablo Ramos
De los cuentos reunidos en este volumen, elijo “En un cuaderno de hojas lisas”. Después de dos años de matrimonio su mujer se va llevándose a su hijo con un compañero de yoga de ella que hace malabares en un circo callejero. “Me dijo que el coso este había sido ascendido a Maestro en un arte chino del que ella no recordaba el nombre. Yo le dije que debía ser en el arte del Chin- Pan- Ce”.
Como suele pasar, o eso parece, o eso cree él, escuchó que la vecina le decía al portero: “Por algo lo habrá dejado”.
Y ahí no quedó la cosa, que se desplazó, como ande pasar. “También me imaginé su sonrisa cuando se enteró de que mi mujer me había dejado por otro”. Algo que entre hombres no va. “Gallego de mierda”.
Y empeora. “Sabía que en unos días mi intimidad iba a estar en boca de todo el edificio”.
Con eso, “me sentía afectado, enfurecido”.
Tomó una decisión drástica. Salía algunas noches al balcón. Logró aliviarse. Hasta que, otra vez, sus “inoportunos vecinos”. Parece que la vida puede transformarse en algo “sencillamente absurdo”.
¿O es uno mismo sencillamente absurdo, de a ratos?