Diálogos. La gastritis de Platón de Antonio Tabucchi
(No es novela ni cuento, a quienes aquí acogemos. Pero escrita por un novelista, no es solo crítica o análisis. Es un diálogo entre escritores. Y creación de un espacio literario. Por eso también lo acogemos).
Dos hechos. Un juicio injusto en los ’90 a un intelectual, Adriano Sofri, ex miembro de la organización ‘Lotta continua’ en los ’60 y ’70. Un artículo de Umberto Eco reduciendo a la nada a los intelectuales: “carecen de una función específica propia”, pretenderlo “hubiera sido como reprochar a Platon el que no hubiera propuesto un remedio para la gastritis”.
Hay intelectuales e intelectuales. Los escritores y poetas son tratados por sus pares con condescendencia, como criaturas excéntricas, pintorescas.
Pero, hay que saber que “quien habiendo escrito muchas novelas, ha empleado, a través de sus personajes los puntos de vista más dispares, llegando a la convicción de que el punto de vista, si en la narrativa adquiere una importancia relevante, en la vida resulta un factor fundamental”.
Así que adelante, para poder decir que “la tarea del intelectual (pero también del artista) es precisamente esa: reprochar a Platon el que no inventara el remedio para la gastritis. Esa es su ‘función’ (y, especifico, función esporádica)”.
Pero Adriano Sofri sigue injustamente preso. Sus preocupaciones no son las de la función del intelectual. ¿Cómo reparar aquello?
Al menos entonces, el recurso de la literatura propiamente tal: “el lenguaje de la literatura, es decir, la ficción que interpreta la realidad y le confiere un sentido”. Por eso le queda “para hacer algo sería necesario escribir una historia”.
Una reparación imaginaria, ¿tiene posibilidad de reparación real?