A partir de
Sumar, de Diamela Eltit
En este “siglo nuevo, el que nos toca vivir, este siglo XXI, realista, pragmático, tanto que ya había empezado el proceso de destrucción de todas las vidas que no resultaran proclives a resignarse o inclinarse ante la moneda”, los protagonistas son sin embargo, los vendedores ambulantes.
Sí, en este “siglo nuevo” con drones transparentes y la nube como tecnología fría “aparentemente neutral”, son los ambulantes, “una multitud de seres tan sombríos, medio bizarros … sin una gota de actualidad. Anticuados, más bien primitivos, arcaicos”.
Por eso, en ese contraste, es que Aurora Rojas necesita “meditar de una forma inédita para mí, novísima y hasta futurista, porque necesito entender”.
Eligieron motivos, métodos y objetivos. Motivos: “nuestro histórico reclamo ambulante … contra la predestinación social”. Métodos: “una marcha … un suceso mítico que enaltecía a los espacios cosmopolitas”. Objetivos: “intentar mover y hasta remover la arquitectura rígida de la moneda”.
¿Sería también arcaico?
Divisiones, entre los dirigentes Casimiro y Angela; entre referentes como Lalo y el Colombiano; deserciones.
Dudas. “El mito que teníamos de la moneda ya no daba para más”. Un “escepticismo radical”: ¿cansancio?, ¿estar “conmocionados ante la inminencia de un futuro robotizado”?, con la posibilidad de “exiliarse de los cuerpos” siendo parte de la nube? ¿La necesidad de estar preocupados de “las nuevas monedas que se avecinan”?
Quién sabe. Tal vez, simplemente pareciera que, aquí, el pasado no tiene futuro.