Píldoras de la crítica. Dickens, el observador solitario. Peter Ackroyd

(Apenas un breve extracto para pensar, sin hacer crítica de la crítica, ni hacerse parte de entreveros, ni tener que recorrer estos caminos)

“En la obra de Dickens lo real y lo irreal, lo material y lo espiritual, lo concreto y lo fantástico, lo mundano y lo trascendente conviven en precario equilibrio, solo resuelto por el vigor de la palabra creada. En eso consiste la magia de Charles Dickens”

“… su maravillosa capacidad para crear un discurso que, sin necesidad de aditamentos, por fuerza evoca al personaje que lo pronuncia…”

“Nada en su obra, tampoco en su vida, es ajeno a esa inequívoca necesidad de abarcarlo todo de aprehenderlo todo, de dominarlo todo. En su vigoroso empeño por ofrecer una visión integral del mundo, es innegable que es un hombre que encarna el espíritu de su tiempo”.

Las palabras de Davir Copperfield: ‘la vida es el resultado de una suma de naderías’, es en esencia “el mensaje que transmiten las novelas de Dickens. Que una coincidencia, un comentario casual o un encuentro inesperado bastan para cambiar el curso de la vida de un hombre … una forma de desentrañar la naturaleza íntima del mundo”.