
Píldoras de la crítica. “Deslecturas” en Borges. Iván Almeida
(Apenas un breve extracto para pensar, sin hacer crítica de la crítica, ni hacerse parte de entreveros, ni tener que recorrer estos caminos)
En “El pudor de la historia”, Borges plantea una reflexión, distinguiendo entre las “jornadas históricas” y los “acontecimientos casi imperceptibles que pudorosamente cambiaron la historia”.
Dice allí: “A esta reflexión me condujo una frase casual que entreví al hojear una historia de la literatura griega y que me interesó, por ser ligeramente enigmática”.
“El pudor miniaturista de la literatura, eso es Borges. ‘Hojea’ el libro (él lo dice, no lo ‘lee’, lo ‘hojea’) y ‘entrevé’ una frase, no la mira. Su atención es flotante, difusa, lo suficiente para que una frase que califica de ‘casual’, lo lleve a detenerse y reflexionar.
Eso es lo que propongo llamar ‘deslectura’ …
A mi modo de ver, la ‘deslectura’ de Borges consiste en postular para los textos lo mismo que piensa de la historia y de las historias: los individuos se definen por un único momento que les revela la identidad profunda; la historia teje su relato con nudos de una modestia tal que los historiadores no los advierten; los textos, por su parte, no se entregan a través de temas y estructuras, sino de frases sueltas, modestas, pudorosas. Esas frases (a veces una por libro) necesitan, además, ser en cierto modo ‘mal leídas’ (sacadas del contexto o de la trama) para funcionar como puertas abiertas a la revelación del todo …
La deslectura no es para Borges solamente un desplazamiento de focalización hacia lo mismo y aparentemente marginal. Es también un desvío deliberado hacia una prolongación creativa”.
(Iván Almeida. Deslecturas filosóficas de Borges, en Jornadas internacionales Borges lector en la Biblioteca Nacional)