
A partir de
¿Quién mató a Palomino Molero?, de Mario Vargas Llosa
“A lo lejos, varios gatos maullaban y chillaban, frenéticos: ¿estarían peleándose o cachando? Todo era confuso en el mundo, carajo”.
Al avionero Palomino Temístocles Molero lo mataron, lo empalaron en un roble y antes lo torturaron cruelmente. El teniente Silva y el guardia Lituma investigan el crimen.
¿Por qué esa crueldad? ¿Por qué a un simple avionero? ¿Quiénes fueron? ¿Por qué Palomino Molero, un cantante local, de una dulce y atractiva voz se mete a las filas militares?
Todo Talara, el pueblo donde estaba la Base Aérea, además de la International Petroleum Company, comenta tan horrendo crimen. Sospecha que nunca se encontrarán a los culpables, siempre son “los peces gordos”. Sospecha que hay un crimen de celos: Palomino Molero era el enamorado de Alicia Mindreau, la hija del coronel Mindreau a la que amaba tanto, ¿y no había en eso una perversa sospecha también?, y que era, al menos oficialmente, la enamorada del teniente Richard Dufó. Sospecha que hay un asunto de contrabando por los avioneros que descubrió el coronel Mindreau. Sospecha que hay un asunto de espionaje, con el coronel Mindreau vendiendo secretos militares a Ecuador y que descubrió Palomino Molero. Sospecha que es un asunto “de maricones” en la Base Aérea. Sospecha que hay un crimen de clases sociales: “aquí los únicos que se friegan siempre somos los pobres”, y no sin razón, ¿o sí?: Lituma pensaba, no sin razón, sobre esa “manía de cholear y despreciar a los que no eran blancos”, cuando escuchaba al coronel Mindreau decir que “la hija del jefe de la Base Aérea de Talara no se enamora de un avionero. La hija del coronel Mindreau no se enamora de un guitarrista de Castilla”.
Con astucia, con paciencia para ir sonsacando las verdades, el teniente Silva descubrirá la verdad. Y en respuesta, fue decidido su traslado.
Una verdad siempre imprevista, y es que sí, “todo era confuso en el mundo carajo”; y también, una verdad que siempre se confirma, “esa manía de cholear”.