
Píldoras de la crítica. El orden del mundo, la relación de disfrute y la obra abierta. Umberto Eco
(Apenas un breve extracto para pensar, sin hacer crítica de la crítica, ni hacerse parte de entreveros, ni tener que recorrer estos caminos)
Cambia el orden del mundo (“la noción de un Cosmos ordenado, para la cultura contemporánea, entró en crisis”), cambia la obra.
Hablamos entonces, de una obra abierta, cuya estructura es la de “la relación de disfrute”.
Integra así a lo objetivo -la obra-, lo subjetivo -el lector, el consumidor, el usuario, el intérprete de un libro, de una obra de arte-. Destaca el “peso de la carga subjetiva en la relación de fruición”, en la relación, el encuentro, entre la obra y el intérprete de dicha obra.
Y lo integra de un modo particular y específico: como un [muy borgeanamente] coautor, que llama “el acto de congenialidad”. Así, “la poética de la obra abierta tiende a promover en el intérprete actos de libertad conciente, a colocarlo como centro activo de una red de relaciones inagotables entre las cuales él instaura la propia forma sin estar determinado por una necesidad que le prescribe los modos definitivos de la organización de la obra … si no por otra razón, sí por la de que no puede ser realmente comprendida si el intérprete no la reinventa en un acto de congenialidad con el autor mismo … un artista de unos siglos atrás estaba muy lejos de ser críticamente conciente de esta realidad. Ahora, en cambio, tal conciencia está presente, y en vez de sufrir la apertura la elige como programa productivo”.
Carga subjetiva que no anula la objetividad de la obra. “En el fondo, la forma es estéticamente válida en la medida en que puede ser vista y comprendida según múltiples perspectivas, manifestando una riqueza de aspectos y de resonancias sin dejar nunca de ser ella misma. En tal sentido, una obra de arte, forma completa y cerrada … es asimismo abierta, posibilidad de ser interpretada de mil modos diversos sin que su irreproducible singularidad resulte por ello alterada. Todo goce es así una interpretación y una ejecución, puesto que en todo goce la obra revive en una perspectiva original”.