
Píldoras de la crítica. El genio, y Víctor Hugo. León Daudet
(Apenas un breve extracto para pensar, sin hacer crítica de la crítica, ni hacerse parte de entreveros, ni tener que recorrer estos caminos)
[Lo odia y lo admira; más lo primero, lanza estocadas torpes y desafiladas; pero no puede eludir pensar en el genio, al hablar de Víctor Hugo]
“¿Qué es el genio? ¿en qué se le reconoce? ¿Cómo se distingue del simple talento?”. Veamos:
- Dijo alguien: se trata de “una larga paciencia”
Pero esto corresponde más al talento: al que rehace cien veces su labor
- Para otro, Proudhon: está hecho de atención
Pero también el talento está hecho de atención
- Para uno más, se trata de “una sublimación de la curiosidad, un apresamiento de las ocultas relaciones de las cosas, una colaboración con los secretos de la naturaleza”.
Aquí entra Víctor Hugo, y de aquí “sus llamadas, a menudo magníficas, a los elementos cuyos depositarios somos, con nuestras pasiones e instintos”.
“Mientras el común de los mortales tiene por norma el contener sus instintos y pasiones, el hombre genial puede darse el lujo de desencadenarles y saciarles”.
[Limitado aquí a las pasiones e instintos, Víctor Hugo en su Shakespeare, había dado otro alcance y relieve a esta enigmática cualidad].
(León Daudet. La trágica existencia de Víctor Hugo)