
Píldoras de la crítica. El riesgo del, para el, crítico. Jean Paul Sartre
(Apenas un breve extracto para pensar, sin hacer crítica de la crítica, ni hacerse parte de entreveros, ni tener que recorrer estos caminos)
“Para un contemporáneo del autor, envuelto en la misma subjetividad histórica, leer equivale a participar en los riesgos de la empresa. El libro es nuevo, desconocido, sin importancia; hay que entrar en él sin guía; tal vez pasemos por alto sin advertirlas las cualidades más raras; tal vez, por el contrario, nos dejemos engañar por un brillo superficial. Tal vez encontremos en las últimas líneas de una página, negligentemente expuesta, una de esas ideas que aceleran los latidos del corazón y esclarecen toda una vida, como le sucedió a Daniel de Fontanin cuando descubrió Les nourritures terrestres. Y luego, en fin, hay que apostar: ¿el libro es bueno? ¿Es malo? Apostemos; es todo lo que podemos hacer. Por miedo, deseoso de la consagración social, el crítico lee hoy como se relee. Si yo estuviera en su lugar, temería que esta petrificación que opera su ojo de Medusa fuera ese presagio de la muerte del Arte que prevé Hegel”.