
[Con Carmen Erazo L’Huillier, como con Flavia Frigeri, aquí, recurrimos a algunas especialistas, como excepción a las ideas y descripciones que inspiran las obras de arte a escritores y escritoras que traemos, por lo que ella misma nos dice también: se necesita “un pequeño homenaje a estas grandes mujeres. Algunas de ellas alcanzaron el éxito durante su vida, siendo contratadas por las cortes, logrando un lugar en la escena artística, para luego ser invisibilizadas en la Historia del Arte … Conocer solamente las obras de hombres artistas, sus logros y sus biografías so,o consigue ofrecernos como total algo que es parcial en la Historia del Arte y de la humanidad … La experiencia de las artistas a lo largo del tiempo ha sido una lucha constante contra el gran monstruo inamovible de la sociedad que les ha tocado vivir, lo establecido, las normas morales, la opinión que se ha tenido de su género, la falta de recursos propios y la función que se esperaba de ellas en la familia”].
“En esa época las mujeres de la aristocracia y burguesía podían permitirse el lujo de pintar. Algunas de las grandes artistas impresionistas del momento, Berthe Morisot, Mary Cassat, Eva Gonzales, desarrollaron su trabajo pictórico representando niños, maternidades, mujeres, paisajes, temáticas más conservadoras para la mujer de la época.
Suzanne Valadon rompe con esa tradición, es la primera mujer en pintar desnudos femeninos. Hasta la fecha, las mujeres pintaban desnudo femenino dentro del marco de lo mitológico o religioso, no a la mujer de su época, sin tintes alegóricos. Pero tal vez más importante todavía es que pintó desnudo masculino. Recordemos que en ese cambio de siglo recién se comienza a aceptar mujeres en las academias de arte, pero continuaba prohibida su participación en las clases de desnudo, aunque fuera desnudo femenino. Por esta razón su trabajo fue muy revolucionario…
En 1909 se cansa de su vida burguesa y se enamora de André Utter, el íntimo amigo de su hijo Maurice, a quien describía ‘hermoso como un Dios’. Ella tenía 44 años y él 23…
Muchos de sus desnudos masculinos son retratos de André. Comienza la época de esplendor para Suzanne, donde crea sus obras más representativas, concentrándose especialmente en los desnudos, con gran fuerza en la composición y el color…
En Adán y Eva, ella y su marido aparecen representados, una alegoría del amor”.