
Píldoras de la crítica. Borges, la tradición judía y la tradición griega. Sefárdica n° 6
(Apenas un breve extracto para pensar, sin hacer crítica de la crítica, ni hacerse parte de entreveros, ni tener que recorrer estos caminos)
“Son numerosas en la obra de Borges las alusiones, directas o indirectas, a la tradición judía. Paralelamente, la crítica de los mitos y de los dogmas cristianos se expresa en ella de manera muy aguda. El desconocimiento de estos dos hechos da lugar a los peores contrasentidos. Por ejemplo, cuando un editor elige la palabra Laberintos para titular una serie de relatos cuyo título original es El Aleph. El laberinto es un mito griego, pero la referencia al Aleph entronca con la tradición hebraica. Entre estas dos metafísicas, la griega y la bíblica, existen divergencias de raíz acerca de cuestiones esenciales: la Creación del Mundo, el Tiempo, la Eternidad y el Fin de los tiempos.
Un laberinto es una casa labrada para confundir a los hombres”, escribe Borges (El inmortal), lo cual significa que sólo el azar ofrece una salida. En la tradición judía también existe una salida, pero ésta se funda en el conocimiento. Borges pasa sin cesar de una a otra perspectiva. Ora vaga penando por el laberinto con el objeto de encontrar la salida; ora cree, en ciertos momentos extáticos, estar muy cerca de ella, descubriendo entonces “esa insinuación de eternidad” (Historia de la eternidad)”.
(Fascinación por la Cábala, en: Sefárdica n° 6)
Muy instructivo para mi. A que accedemos por el razonamiento y que se nos revela por azar? Seguimos en el laberinto
Me gustaMe gusta